lunes, 19 de noviembre de 2012

Ni Cenicienta aguantaria



Quisiera decirles que hicimos bastantes cosas con la casa pero la verdad es que había tanto que limpiar al principio que las partes divertidas de decoración se quedaron para después. Los primeros días me quede limpiando la cocina que por fuera parecía limpia pero mientras más cerca miraba mas manchas encontraba. Y peor cuando abría los cajones! Solo limpiando la cocina me quede dos días enteros y ni pa’ que mentirles ni llegue a limpiar el piso (eso es un trabajo para Cenicienta). Por ahora es lo que es, y con lo que se acerca Thanksgiving no quiero ni pensar en intentar limpiarlo. 

Las apariencias engañan
Otra parte de la casa que parecía lindo cuando vimos la casa las primeras veces eran las alfombras. Una vez que sacaron los muebles de encima pude ver el desastre que era. Pensamos en alquilar la maquina de Home Depot para poder limpiar, pero solo queríamos tener un piso donde podamos dormir, ya que esos primeros días dormimos ahí mientras esperábamos los de la mudanza a llegar. El mismo día que nos entregaron las llaves, llame a una compañía y por suerte vinieron esa misma tarde para limpiar todo. Fue bastante rápido, y un proceso a seco. No tuvimos que esperar nada para que la alfombra seque y esa misma noche dormimos en un piso limpio y sin manchas.

Cuarto principal listo para el acampamento
Otra parte que vimos la primera vez que entramos a la casa pero durante la inspección el señor no vio fue en la parte del dormitorio principal. La alfombra estaba levantada en la puerta al entrar y parecía que estábamos saltando ondas del mar. Bueno tal vez no tanto así, pero era algo que me molestaba y siempre que entraba o salía del cuarto me tropezaba. Por suerte este es un pueblo donde todos conocen a todos y el señor que vino a limpiar la alfombra nos dio el nombre de alguien que podía arreglar eso. Al principio pensé que tal ves podría hacerlo sola. Que tan difícil puede ser? Pensé que era solo cortar en el medio de la onda y sacar el exceso de alfombra, pero cuando llame al señor y me dijo el precio pensé “Renata? Realmente piensas que eres capaz de hacer eso?” Y obviamente sé que no, entonces le pregunte cuando podía venir y me dijo que esa misma tarde. Era como si fuera el destino, y que suerte la mía! Cuando llego y vio el desastre de alfombra tuvo que hacer el cuarto entero! Me salvo las rodillas y el tiempo. 

No parece gran cosa pero cuando te tropiezas mas de dos veces se vuelve tu enemigo
Esos fueron nuestros primeros días en la casa mientras esperábamos la gente con la mudanza. Lo mejor fue hacer todo antes que llegaran ellos así no había que levantar ni sacar nada de lugar porque no había nada! Cuando llegaron dejaron cajas por todas partes de la casa, por suerte los muebles colocaron en su lugar, bueno casi todo.

 En fin, al final de la primera semana teníamos todas nuestras cosas excepto lo más importante que es…internet. Pero esa será nuestra próxima historia.

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